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Opinion

Hablemos de abuso sexual

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POR ANYELINE LÓPEZ.-El abuso sexual en la infancia y en la adolescencia es la forma de maltrato más difícil de aceptar, de reconocer y de diagnosticar, sin embargo en los últimos meses pareciera que se destapó una caja de pandora y los múltiples casos sobre abuso a menores  de edad se han convertido en el tema central en medios de comunicación y generadores de la opiniones públicas.

La espesura del drama que abarca al abuso sexual contra niños y jóvenes invita a revisar sus ideas fundantes y elementales para detectarlo a tiempo, para comprender el fenómeno y para analizar el impacto de las cifras locales.

El tema interpela hasta a los propios expertos que discuten cómo nombrar este delito contra los menores; para ser justos y precisos ante tanta indefensible que atraviesan las víctimas.

De todas las formas de maltrato a niños y niñas, la más difícil de aceptar, reconocer y diagnosticar es el abuso sexual en la infancia que está en la pirámide de la complejidad.

Por ello el abuso sexual se mantiene oculto, por vergüenza, temor y porque se violan tabúes sociales y roles familiares. [Los adultos, la mayoría de las veces recibe con incredulidad el relato de un niño, niña o adolescente y tiende a desmentirlo”, destacó la psicóloga argentina Sonia Almada.

Está comprobado por los expertos que las denuncias sobre abuso sexual en la infancia y en la adolescencia provienen en su mayoría del entorno o de un allegados, pero no de las propias víctimas.

Según estimaciones de la Organización Mundial para la Salud, una de cada 5 niñas y uno de cada 13 niños son abusados sexualmente antes de los 18 años, informes recientes que revelan como seis millones de niños y niñas en la región Latinoamericana y el Caribe sufren abusos severos, incluyendo abandono y 80,000 niños y niñas menores de 18 años mueren anualmente por abusos de parte de sus padres.

Los niños, niñas y adolescentes de la República Dominicana también forman parte de estas estadísticas: El castigo corporal sigue siendo una práctica disciplinaria aprobada en hogares y escuelas y la Enhogar 2006  (Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples) reveló que 83% de los niños entre 2 y 14 años recibe castigo físico o sicológico en sus hogares.

En la República Dominicana La Ley No. 136-03 Código para la protección de los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes.

El presente Código tiene por objeto garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en el territorio nacional el ejercicio y el disfrute pleno y efectivo de sus derechos fundamentales. pero, qué tanto se cumple o se conoce de está  ley?

La información recopilada por Unicef de distintos países de la región de América Latina y el Caribe muestra que entre el 70% y el 80% de las víctimas de abuso sexual son niñas, y que en la mitad de los casos los agresores viven con las víctimas y en tres cuartas partes son familiares directos .

Opinion

Abogado Cándido Simó: Elizabeth Silverio, presa por fea, negra y pelo malo

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POR CÁNDIDO SIMÓ.-El arresto y la parafernalia contra la señora Elizabeth Silverio por supuesta usurpación de la profesión de sicología terapéutica, solo se explica por ser fea, negra y pelo malo, dos de cuyas cualidades también me adornan.

2. Ella ha tratado de explicar a voz en cuello ante oídos sordos que no es sicóloga ni la ejerce, sino una empresaria que emplea profesionales de la conducta quienes son los que aplican el novedoso método de tratamiento terapéutico descubierto por ella para niños y niñas especiales.

3. En el caso de la apresurada investigación resultare que ella ejercía la sicología terapéutica ilegal, la pena aplicable es de seis días a dos años de prisión correccional y una multa de hasta diez salarios mínimos del sector público que en promedio asciendo a la suma de apenas 136,850 pesos, por violación del artículo 32 de la ley 22-01 que crea el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI) regula el ejército de la sicología en el país.

4. La ley no le prohíbe a ella establecer esa empresa, como tampoco impide que un empresario sea el propietario de un centro médico sin ser profesional de la medicina, un corredor de carros sea propietario de una cadena de farmacias sin ser farmacéutico o un ingeniero sea el dueño de varios medios de comunicación sin ser locutor o periodista, siempre que en sus empresas laboren médicos, farmacéuticos o comunicadores de oficio o profesión.

7. Un jurista del foro penal que respete lo que hace y se precie como tal, debe orientar decantando las perspectivas que genera la emisión virtual de vistas en las páginas electrónicas aunque su opinión jurídica no sea simpática ni agrade a la corriente de opinión publicada.

8. Esto visto haría inferir que la señora podría estar siendo procesada para aplacar las pasiones que cada día alimenta el delito de odio, promovido, difundido y tolerado impunemente, por fea, negra y pelo malo.

9. Es nuestra la responsabilidad de corrernos el riesgo de no caer simpáticos por opinar distinto el común, por pensar diferente a lo popular, pero es la ley, la norma penal es como es, así no más.

Vía Elperiodico.com.do

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Opinion

Ramón Antonio Veras: El abogado Eduardo Núñez Vásquez, en mi Código de la Amistad

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I.- Mi posición contra los abusos

1.- Además de parirme, me formó una mujer de origen humilde, campesina, analfabeta funcional, sumamente vehemente. Sin lamentación alguna, a ella la vi esposada, tirada en la cama de un camión militar y encerrada en una solitaria de la Fortaleza San Luis, en la ciudad de Santiago de los Caballeros.

2.- Mamá me hizo un ser humano sin resentimientos y para que demostrara indignación ante la injusticia. De ahí que en mí es insoportable el abuso, sin importar la víctima.

3.- En todo el curso de mi ejercicio profesional, he puesto mis servicios como abogado a favor de quienes han sido afectados por algo intolerable. En los archivos de mi bufete reposan más de dos mil expedientes de naturaleza política. En la obra de mi autoría “De las calles a los estrados, por justicia y libertad”, figuran los nombres de algunos perseguidos políticos asistidos por mí, de los cuales unos viven, otros han muerto. A ellos nunca les cobré pago alguno.

4.- Por allá, al comienzo de la década del 90, del siglo pasado, un empresario de amplia posición económica, acusado en un asunto penal, no político, me solicitó le asistiera como abogado. Analicé su caso y me di cuenta de que alrededor del expediente se movían intereses muy poderosos, que procuraban joderlo. Le defendí durante varios años sin cobrarle un sólo centavo.

5.- En su momento, cuando el doctor Julio Aníbal Suárez D., en el año 2012, de manera injusta, fue dejado fuera como juez de la Suprema Corte de Justicia, por el Consejo Nacional de la Magistratura, presidido por el doctor Leonel Fernández, al igual que el 26 de julio de 2018, en ocasión de la arbitraria exclusión de la licenciada Yeni Berenice Reynoso, como Procuradora Fiscal del Distrito Nacional, en ambas ocasiones, de manera pública y reiterada expresé mi protesta y rechazo a semejantes decisiones.

II.- Mi posición de solidaridad con Eduardo Núñez Vásquez

6.- No soy crédulo. Procedo basado en mis convicciones, en la certeza de lo que digo. Las vacilaciones no son compañeras de mis decisiones.

7.- He escrito con relación al abogado Eduardo Núñez Vázquez, porque conozco de su formación hogareña, en los centros escolares y universitarios. En absoluto, no tengo ninguna duda de su reciedumbre moral y entereza profesional e intelectual.

8.- De lo que expongo con relación a la persona de Eduardo, también pueden testimoniarlo otras amigas y amigos de su familia, que hoy son sus gratuitos adversarios.

9.- Las cualidades y condiciones estimables inherentes a la persona de Eduardo, son conocidas por todos aquellos que desde siempre hemos estado relacionados muy de cerca, de ahí a ahí, con su hogar materno.

10.- Actuar conforme a la decencia es proceder siguiendo lo aprendido en la casa. Eduardo, en su trabajo profesional, lo que hace es ser auténtico, acorde a lo que le enseñaron, a ser digno.

11.- La capacidad de Eduardo, para producir en los marcos de las ciencias jurídicas, y su obrar con honradez y lealtad, es el resultado de una educación integral consumada en su práctica de vida.

12.- Comportarse con honestidad, no es una pose para Eduardo Núñez Vázquez, sino llevar a cabo los conocimientos adquiridos de la enseñanza transmitida para que le sirviera de guía en su conducta moral y social.

13.- En el accionar profesional de Eduardo, es fácil de ver lo que es hacer un trabajo apegado a normas y principios, algo que solo puede ser demostrado por quien cumple honrando preceptos éticos.

14.- Ser real y efectivamente honrado, no es cuestión de aparentarlo para confundir. Es conducirse como hombre o mujer de honor; manejarse igual bajo cualquier circunstancia y obrar tomando en cada ocasión el sentido de la responsabilidad.

15.- El ejercicio de la profesión tiene en Eduardo, el abogado que merece una sociedad integrada por ciudadanos y ciudadanas guiados por la confianza en su defensor.

16.- Tomando en cuenta el ambiente dominicano de hoy, ejercer la profesión de abogado con apego a lo que es correcto, es estar sometido a la amenaza por parte del malvado y el vituperio proveniente de quien envidia.

III.- Eduardo en mi Código de la Amistad

17.- Si me comportara indiferente ante lo que afecta a Eduardo, dejaría de ser yo, para convertirme en un hombre de poca o ninguna sustancia, sin alma.

18.- Reitero nuevamente: Si Eduardo Núñez Vásquez, por hacerle honor a la profesión que ha escogido, llega a ser víctima de maniobras odiosas de quienes no resisten las críticas responsables, de mi parte puedo decir que Eduardo tiene mi total respaldo, haciéndole honor a mi Código de la Amistad, que tres de sus artículos recogen las ideas indicadas a continuación:

a.- Mi conciencia me manda a honrar mis convicciones; obedecer bajo cualquier circunstancia con el amigo o la amiga; respetar lo que el momento me dice, si el cometido me impone quedar bien, acorde a lo que me he enclavado en el cerebro como combinación codificada de la amistad.

b.- La línea de conducta con los míos, en las relaciones de afectos con aquellos que están en la lista de amigas y amigos, no hay ocasión para disculpas, nada de justificaciones. Mis normas de lo que debo hacer con el amigo o la amiga, no me permiten procurarme explicaciones pueriles, ni el consabido penseque.

c.- Para mis amigas y amigos siempre estoy ahí, donde me necesitan. Listo para lo que les pueda ser útil, en las buenas y en las malas; presto para acercarme, estar juntos o, si es de su interés, alejarme, separarme por conveniencia suya. Creo ser, por momentos, un instrumento de lo que el amigo o la amiga necesita de mí. Lo que no hago es escabullirme, echar el cuerpo afuera; marcharme; escurrir el bulto en el momento que se necesita de mi presencia.

d.- Aquel que cuenta con mi amistad puede decir que nunca está solo, porque siempre estaré a su lado, espiritual o físicamente. No creo en dejar aislado, abandonado, desamparado a quien debo solidaridad, compañía o calor humano. En la dificultad del amigo debo hacer de facilitador, apoyarlo, sin buscarle tres patas al gato.

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