Reportaje Huesped
Ahorrarse tres horas con la carretera Samaná-Santo Domingo sale caro
Samaná lo tiene todo, así dijo a Diario Libre Juan F. Bancalari, presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Samaná (Ahetsa), pero al mismo tiempo declara que los precios de los peajes de la Autovía del Este le restan competitividad al turismo de esa provincia.
“Los altos costos de los peajes afectan el turista que viene al país por el Aeropuerto Internacional de Las Américas con destino a Las Terrenas, Samaná, porque el taxi que lo lleva tiene que pagar casi RD$2,000 de peaje ida y vuelta, más lo que cobra el taxi y esto se le suma al precio del pasaje aéreo”, expresó el empresario.
Las provincias Samaná, María Trinidad Sánchez y Monte Plata se conectan con Santo Domingo por la carretera Juan Pablo II.
Los precios de los peajes que están en esta vía y la propia construcción y mantenimiento de esta carretera se han merecido los titulares de los medios de comunicación del país por lo que implica tener este acceso rápido entre estos puntos del país.
Cuando no existía esta vía llegar a Samaná desde Santo Domingo duraba más de cuatro horas.

La diferencia de hora entre ambas vías. ( GRÁFICA TOMADA DE GOOGLE.)
Si decides ir a Samaná y parte desde Las Américas, el primer peaje (Peaje Marbella) tendrá un costo de RD$63 si tienes un carro, camioneta o yipeta; el mismo vehículo tendrá que pagar RD$201 en el segundo peaje (Peaje Naranjal) y RD$236 en el tercero (Peaje Guaraguao), que en total suman RD$1000 ida y vuelta.
Pero si te diriges a Las Terreras tendrá que pagar RD$585 en el Peaje Catey (RD$1,170 más). En total serían RD$2,170 por utilizar esta vía ida y vuelta.
En el año 2019 Oxfam en República Dominicana dio a conocer el informe: “Autopsia fiscal: evaluación de los gastos e ingresos del Gobierno dominicano para garantizar derechos”. En esa oportunidad, Rafael Jovine, autor del documento, dijo que el “peaje sombra” Santo Domingo-Samaná está desangrando el fisco en el país.
Indicó que el subsidio por peaje sombra es uno de los proyectos más costosos en los que ha incurrido el Gobierno dominicano en toda su historia, detallando que su costo para el fisco asciende a RD$3,566.9 millones en el año 2019, un incremento del 38% con relación al año anterior.
El profesional indica a través del informe que, para tener una idea, el costo total de ambas autopistas fue de alrededor de US$305 millones o lo equivalente a aproximadamente RD$11,000 millones al tipo de cambio de los años de construcción.
Sin embargo, durante el período 2012-2019 solo por concepto del subsidio por “peaje sombra”, el fisco le habría pagado a la empresa unos RD$21,000 millones, lo cual representa unos US$457 millones.
En diciembre del año 2008 cuando fue inaugurada la carretera Santo Domingo-Samaná por el entonces presidente Leonel Fernández, se informó que la vía fue construida bajo el sistema de concesión a un costo de US$151 millones.
El ese momento el secretario de Obras Públicas era Víctor Díaz Rúa.

Samaná y el turismo
Juan F. Bancalari, presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Samaná (Ahetsa), resaltó que Samaná tiene una inversión tanto pública como privada de casi 2,000 millones de dólares en todos los proyectos que se han hecho y agregó que esa provincia representa el cuarto polo turístico de la República Dominicana: “primero está Punta Cana, después La Romana, seguido Puerto Plata y luego está Samaná”.
Asegura que la oferta más variada de turismo que hay en el país está en Samaná porque tiene la vista de las ballenas jorobadas, “tienen el Parque Natural Los Haitises; tiene las bahías de Samaná y la de Rincón, que están entre las 30 más bonitas del mundo; tiene montañas, tiene una gastronomía espectacular y tanto Las Galeras como Las Terrenas y el mismo pueblo de Samaná tiene extranjeros que han hecho restaurantes con una diversidad gastronómica enorme: italianos, franceses, españoles, suizos, además de las autóctona de Samaná”.
Agrega que Samaná “tiene aeropuerto, marinas, o sea, Samaná en turismo lo tiene todo”.
FUENTE: Diario Libre
Reportaje Huesped
Iglesias fueron exoneradas de casi RD$300 millones en impuestos por vehículos
LISTÍN DIARIO: En los últimos cuatro años, importaron más de RD$713 millones en unidades, incluyendo modelos de lujo, sin pagar impuestos gracias a un régimen fiscal vigente
Más allá de la creencia generalizada de que las exoneraciones fiscales para la importación de vehículos benefician principalmente a funcionarios públicos, legisladores, diplomáticos o grandes concesionarios, los datos oficiales revelan una realidad menos visible pero igualmente significativa: las iglesias figuran entre los sectores con mayor acceso a este tipo de privilegio tributario en la República Dominicana.
Entre 2020 y 2024, diversas congregaciones religiosas importaron cientos de vehículos —incluidos modelos de lujo— sin pagar un solo centavo en impuestos, amparadas en un régimen fiscal que ha permanecido prácticamente inalterado por décadas.
De acuerdo con registros de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), analizados por el periódico Listín Diario, las instituciones religiosas adquirieron vehículos por un valor superior a RD$713 millones durante ese período, lo que implicó una pérdida fiscal de RD$294,746,725.31 en concepto de impuestos aduanales e internos cuya cifra representa una merma significativa para las finanzas públicas, especialmente en un contexto donde se debaten posibles reformas fiscales y la necesidad de racionalizar el gasto del Estado.
El marco legal que sustenta estas exoneraciones es el Concordato entre la Santa Sede y el Estado dominicano, firmado en 1954. Este acuerdo otorga a la Iglesia Católica —y, por extensión, mediante decisiones administrativas, a otras denominaciones religiosas— beneficios fiscales para la adquisición de bienes vinculados a su labor espiritual, educativa y comunitaria. Sin embargo, el uso actual de estas prerrogativas plantea dudas sobre su alineación con ese propósito original.
Durante el período analizado, decenas de entidades religiosas hicieron uso de este mecanismo. La Iglesia de Dios Inc. lideró la lista con 58 vehículos importados, seguida por la Unión Asociación Dominicana de los Adventistas del Séptimo Día, con 56 unidades.
También figuran el Obispado de San Francisco de Macorís (12 vehículos), el Obispado de Santo Domingo (6), así como el Instituto Politécnico Loyola y la Compañía de Jesús, con entre dos y cuatro unidades cada una.
Mientras que la Iglesia Católica se beneficia directamente del Concordato de 1954, las iglesias evangélicas gestionan sus exoneraciones a través del Servicio Social de Iglesias Dominicanas (SSID), conforme a lo dispuesto en la resolución 5941. La entidad, reconocida oficialmente por el Estado dominicano, es la encargada de tramitar las solicitudes de exoneración de impuestos aduanales en nombre de las congregaciones evangélicas.
El procedimiento está regulado por la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE-RD) y requiere que el SSID participe en varias etapas del proceso, desde la validación inicial hasta la coordinación con las autoridades aduaneras. A través de este mecanismo, decenas de iglesias no católicas acceden cada año al beneficio de importar vehículos sin pagar impuestos, bajo el supuesto de que serán utilizados en funciones pastorales, sociales o comunitarias.
Datos importadores
En el siguiente cuadro puede visualizar los datos de todos los importadores que trajeron vehículos con exoneraciones bajo las disposiciones de iglesia católica o evangélica.
En caso de no poder verlo, puede presionar aquí.
Empresas privadas detrás de exoneraciones sin fines de lucro
Aunque en teoría las exoneraciones son solicitadas por las instituciones religiosas, en la práctica, la mayoría de los vehículos aparece a nombre de concesionarios privados. Delta Comercial S.A., por ejemplo, figura como el principal proveedor, con 185 unidades vendidas a iglesias, superando incluso a las propias entidades religiosas en número de registros.
Este hecho revela fallas estructurales en el sistema de control estatal. Idealmente, las listas deberían estar encabezadas por las instituciones religiosas que gestionan directamente las exoneraciones, y no por intermediarios comerciales. Esta situación evidencia la necesidad de que el Estado depure los registros, identifique a los beneficiarios reales y determine con claridad el uso final de los vehículos importados.
A ello se suma la ausencia de auditorías públicas y mecanismos de verificación efectivos. No hay constancia de que las autoridades fiscales realicen inspecciones sistemáticas para confirmar que los vehículos se utilizan en actividades religiosas, educativas o sociales, como establece el marco legal. Este vacío en la supervisión ha permitido que el régimen de exenciones evolucione hacia un mecanismo de consumo privilegiado, más que un verdadero instrumento de apoyo comunitario.
Lujo sin justificación
La naturaleza de los vehículos importados refuerza esta percepción. Entre las unidades figuran modelos de alta gama como el BMW X7, Mercedes-Benz GLE 350, Volvo XC90, Lincoln Corsair y diversos todoterrenos Jeep, con precios que superan los tres millones de pesos. Aunque también se registran vehículos de trabajo como camionetas Toyota Hilux, SUV Honda CR-V y minibuses Toyota Hiace, la creciente presencia de modelos recientes —incluso de los años 2024 y 2025— sugiere un patrón de renovación de flota alejado del perfil de necesidad básica.
Este escenario plantea un dilema para la administración pública.
El régimen vigente —legítimo en su origen— carece hoy de filtros actualizados o criterios diferenciados que permitan evaluar la pertinencia de cada exoneración. Como resultado, ha perdido su orientación original y se ha convertido en un instrumento vulnerable al uso indebido.
Hacia un régimen más transparente
Más que eliminar los incentivos fiscales para las instituciones religiosas, el reto consiste en reformarlos y fiscalizarlos con rigor para que cumplan su propósito. Es fundamental establecer un registro público de beneficiarios, definir criterios objetivos de elegibilidad y aplicar auditorías periódicas.
Estas medidas permitirían garantizar un uso responsable de los recursos fiscales y restaurar la integridad del sistema tributario.
El actual esquema ha derivado en una pérdida fiscal multimillonaria sin una justificación clara en términos de retorno social. Ante esta realidad, urge avanzar hacia un sistema más transparente, equitativo y funcional, que limite el privilegio y priorice el verdadero interés público.
¿Cómo lo hicimos?
A través de una solicitud por libre acceso a la información pública realizada a la Dirección General de Aduanas (DGA) obtuvimos una base de datos que contiene todos los detalles sobre las importaciones de vehículos al país que aplicaban para alguna exención fiscal.
Limpiamos, organizamos, extrajimos y analizamos todos los datos que contenía el dataset, permitiendo luego encontrar esta y el resto de las historias que agrupan esta serie de trabajos.
Si desea acceder a la base de datos completa, puede presionar aquí o escribir a nuestro periodista de datos paul.mathiasen@listindiario.com para cualquier información relacionada.
En caso de querer manipular los datos o hacer búsquedas más exactas, recomendamos descargar el archivo y abrirlo con un programa compatible.
Reportaje Huesped
¿Dónde estoy? Roberto Rodríguez regresa con la marca país ‘Super Semana Santa’
Roberto Rodríguez es la voz que ha acompañado por décadas a miles de dominicanos durante los días de esparcimientos de la Semana Mayor, con su tradicional operativo “Super Semana Santa”, que arriba a sus 38 años.
Fue en 1987, cuando el dueño del consorcio radial del Grupo Medrano, Juan Heriberto (Cuqui) Medrano Basora, por la iniciativa de Roberto Rodríguez se dio inicio a la campaña informativa más impactante de todos los tiempos, convirtiéndose en un patrón programático para otras cadenas radiales.
Su carnet de locutor es el número 3223, que obtuvo luego de riguroso examen que recibió en la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía.
Era agosto de 1978 y Roberto daba inicio, oficialmente, a una carrera en la radio que marcaría generaciones, no solo por su elegancia y don del buen hablar, sino por su trabajo como comunitario en la provincia de La Vega, en donde gracias a su trabajo fue parte del crecimiento de las estaciones de radio del Grupo Medrano, del desarrollo y expansión del Carnaval Vegano y su impronta más importante, el operativo “Super Semana Santa”.
A la radio llega con 14 años, gracias a su amigo Domingo Cruz, a aprender de los expertos, en Radio La Vega, y es que desde niño no había palo de escoba o de cualquier otra cosa que le pareciera un micrófono y que Roberto no se pusiera a jugar imitando a ser locutor, reseña la periodista Ymmaculada Cruz, del Listín Diario.
No había otro juego que le agradara más que imaginar que hablaba a través de un micrófono.
Seguir leyendo en LISTÍN DIARIO
-
Noticias3 díasSe entrega hombre acusado de solicitar servicios sexuales de menor de edad
-
Espectáculos22 horasReality show: según Luinny, en su ‘Mansión’ hay una inversión de 70 millones de pesos
-
Gente & Sociedad2 díasCultura revoca premio otorgado a esta palma plantada en un tarro en la Bienal de Artes Visuales
-
Finanzas2 díasBanreservas inaugura Expomóvil 2025 y estas son las tasas de interés
-
Espectáculos2 díasLa desafiante frase de Masha tras ser liberada: “Me voy libre, nadie puede conmigo”
-
Noticias1 díaLluvias inundan a Santiago y provoca caos vehícular; drenajes obstruidos en elevado
-
Espectáculos3 díasLiberan bajo fianza a la exponente urbana Masha tras ser detenida con marihuana
-
Actualidad3 díasADN fortalece su gobernanza digital para mejorar los servicios públicos que recibe la ciudadanía
















