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Turismo

¡Wepa! The New York Times destaca belleza de Miches

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THE NEW YORK TIMES.- Un camino termina en Esmeralda, una playa de arena blanca y aguas cristalinas en cuyo fondo se encuentra un arrecife visible desde la costa. Sientes como si estuvieras dentro de un afiche publicitario que te invita a escapar a un lugar que aún no está lleno de turistas.

Ese afiche va a llenarse de gente. El Four Seasons está planeando abrir un centro turístico de diez complejos en 2019 llamado Tropicalia, el primero de esta cadena hotelera en la República Dominicana.

La empresa está evitando un mercado que ya está sobrepoblado en Punta Cana y Puerto Plata para tener la posibilidad de hacerse de un punto de apoyo cerca de playa Esmeralda.

El concepto es un centro turístico en un entorno virgen. Sin embargo, Miches se aprecia mucho mejor al natural, sin embellecer, cerca de los campesinos que han cultivado esta zona.

Miches es un pueblo de 30.000 habitantes que se dedican principalmente a la agricultura y la pesca. Los ritmos del día giran al compás de la subsistencia dentro de la abundancia de la naturaleza.

La mayor parte de los micheros se levantan temprano y salen a pescar. También cuidan los plátanos, la yuca, los pollos y los enormes puercos que crían para los banquetes decembrinos.

“Un michero nunca se muere de hambre”, dice Yonattan Mercado, quien nació aquí y trabaja para el ministerio del Medio Ambiente. “Siempre tienen un cultivo, un pollo, algo y, si no, el vecino sí lo tiene”.

El sentimiento de estar en medio de la nada llega fácilmente en la comunidad de hogares sencillos y tierras de cultivo, donde los niños corretean a las gallinas en el patio al frente de la casa. Sin embargo, ese es solo parte de su atractivo.

Miches también tiene una abundancia de atractivos naturales que convierten la zona en una mina de oro para Instagram.

En otoño pasado, exploré dos de los lugares más sobresalientes: Montaña Redonda y Salto de la Jalda, la cascada más alta del Caribe.

UN RECORRIDO SINUOSO
El primero, Montaña Redonda, es una montaña con paisajes espectaculares de la ciudad de El Seibo y del océano.

El camino para llegar a la cima de la montaña es de terracería, pedregoso y sinuoso.

Los campesinos llegan a la cima a caballo, la mayoría con el fin de cuidar de sus arrozales y platanares. Aunque el ascenso a la montaña no es fácil ni a caballo ni en auto, le recompensa es valiosa y solemnizadora.

“Llegar a la cima de la montaña fue muy aterrador debido al camino”, explicó Marlene Sánchez, quien estaba de visita de la capital, Santo Domingo.

“No me animaba a mirar por la ventana ni ver nada a mi alrededor. Sentía que la camioneta se iba para atrás”.

Sí, Sánchez tenía miedo de camino a la cúspide y, al llegar, se podían escuchar sus gritos. Pero porque estaba columpiándose.

En la cima de la Montaña Redonda, hay columpios que van y vienen de un lado a otro de la montaña.

Dependiendo del lado en que uno esté, puede incluso volar por encima del océano o la provincia de Seibo, que parece interminable. También hay bancas, perfectas para ver el atardecer.

Los gritos de Sánchez dejaron de escucharse poco tiempo después y en breve pedía a su madre que se subiera al columpio.

“Aquí dejo de pensar en todo”, dijo la madre de Sánchez, Miledys Herrera. “Los columpios son un poco escalofriantes. Una siente un poco de miedo y de diversión por partes iguales”.

También hay un restaurante casero donde se puede comer pescado local con plátanos machos, acompañado de una cerveza bien fría.

“La sensación de estar allá arriba es indescriptible”, dijo Herrera. “Una recuerda la magia; se siente niña de nuevo”.

UNA EXCURSIÓN A LAS CASCADAS
Montaña Redonda es encantadora, pero es aún más gratificante la recompensa que se siente después de la caminata a Salto La Jalda, la cascada más alta del Caribe.

El grupo de cascadas se encuentran tras recorrer doce kilómetros de árboles, ríos, piedras y lodo.

La caminata no es fácil y muchos no la terminan. Sin embargo, residentes locales como Jonas Mota, de 17 años, dicen que pueden hacer el trayecto en una hora y media con sandalias.

Para los visitantes, la ida puede tomar unas cuatro horas largas y agotadoras y las mismas de vuelta. Algunos visitantes hacen arreglos para ir en helicóptero, pero no es tan divertido.

“Vengo aquí para olvidarme de mis problemas”, dijo Mota, quien creció en la provincia de Hato Mayor, justo debajo de las cascadas. “He venido acá desde que tengo 12 años. Vengo aquí, nado, me echo una siesta y algunas veces traigo vino de piña”.

En el área se cultivan aguacates, naranjas, limones y cocos. En septiembre está listo para cosecharse el cacao, dulce y pulposo. Las naranjas eran ácidas pero jugosas y los aguacates tan maduros que se podían pelar con las manos.

Después de la primera mitad de la excursión, llegas a una pequeña zona para acampar donde hay una casa de tres pisos que pareciera estar en medio de la nada. Una bandera dominicana ondea en lo alto hasta el atardecer, cuando se dobla y guarda.

No hay agua para tomar aquí, pero es un lugar ideal para descansar. En este punto de la caminata todo es verdor, a donde quiera que uno mire. No hay edificios ni carros, únicamente la selva tropical.

El mayor reto es la segunda mitad del trayecto. El camino hacia arriba es estrecho y la pendiente pronunciada.

Para entonces, la cascada se deja ver, con el rocío en la cima y que cae hacia un río. Aunque desde ese punto todavía falta una hora y media de caminata.

Los árboles ayudan a subir, a través de pequeños recovecos. Después de escalar por una pendiente muy inclinada, llegas a un pequeño claro. Ahí puedes oler el agua dulce de la cascada: lo lograste.

La Jalda provoca amnesia: con solo estar frente a ella te olvidas de las picaduras de mosquito, de todas veces que caíste en el camino y del dolor en los pies.

Por un momento, has llegado a un lugar sagrado como salido de un cuento de hadas.

Fotos: Moris Moreno para The New York Times
Historia de Sandra E. García

PERIODISTA/ PUBLICISTA

Turismo

RD recibe 3.2 millones de visitantes en los primeros tres meses del año

David Collado dice que solo en el mes de marzo el país recibió 1,104,270 visitantes, solo comparable con la temporada navideña

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Punta Cana, La Altagracia.-República Dominicana continúa superando sus propio récord con la llegada de visitantes, al alcanzar la cifra de 3,225,484 personas en el primer trimestre de este año.

Así lo reveló este lunes el ministro de Turismo, David Collado, quien informó, además, que sólo en marzo el país recibió 1,104,770 visitantes, un 16 por ciento más que el mismo mes del año pasado.

Indicó que de esa cantidad de visitantes 836,502 llegaron por la vía aérea y 267,768 por la vía marítima.

«Seguimos alcanzando cifras espectaculares: 1,104,270 visitantes el mes pasado, lo que nos da el número mágico 3,226,484 en los tres primeros meses de este año, algo nunca visto en la historia del turismo dominicano», dijo el ministro Collado al presentar los comportamiento del sector durante una actividad en Punta Cana, donde participaron los principales actores de la industria.

El funcionario dijo que llegada de 836,502 turistas por la vía aérea el mes pasado solo es comparable con la temporada navideña.

Dijo que esa cifra refleja un crecimiento de 13% con relación a marzo del año pasado, un 35% en comparación con el 2022 y un 24% respecto al 2019.

Collado señaló que ese histórico crecimiento también se refleja en el área de cruceros, al registrarse una llegada de 267,768 visitantes por vía marítima solo en marzo, elevándose a 1,104,270 cruceristas en el periodo enero-marzo.

Dijo que los países que más turistas aportaron en el mes de marzo y en primer trimestre de este año fueron Estados Unidos con un 49%, Canadá con un 23%, Colombia y Argentina aportaron un 3%.

Los aeropuertos que recibieron la mayor cantidad de turistas fueron Punta Cana con 61%, Las Américas 21%, Cibao 10%, Puerto Plata 7% y la Romana con un 1%.

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Turismo

Banco Popular y Asonahores presentan tercer estudio sobre turismo en RD

Industria hotelera generó un valor agregado de US$22,190 millones en 2022

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La industria hotelera generó en 2022 un valor agregado de US$22,190 millones, con un efecto multiplicador de 2.88 en el resto de la economía, en términos del Producto Interno Bruto (PIB).

Esto equivale al 19% del PIB o a que, por cada peso producido de manera directa, la industria turística genera dos pesos de manera indirecta e inducida.

Esta última categoría incluye la actividad que se genera a través de la compra a otros sectores económicos y el consumo de los empleados del sector turismo.

El 59% de estos ingresos fueron generados por los hoteles y un 41% por el resto del sector.

Los datos están contenidos en un estudio presentado este lunes por el Banco Popular Dominicano y la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores).

Es la tercera investigación presentada sobre el turismo dominicano, realizada por la firma Analytica, en la que se evidencia el significativo aporte de la industria turística a la economía del país y su capacidad para replicar beneficios en diversas áreas productivas.

En la investigación económica, titulada “Resultados del turismo dominicano” se analizan indicadores claves desde 2016 hasta 2022.

El estudio indica que, en la categoría de la inversión hotelera, el capital local ha venido ganando participación, ubicándose en 2022 en un 31% frente a un 69% de la inversión extranjera.

De toda la inversión hotelera local, el 23.9% se realiza a través de financiamiento otorgado por la banca dominicana, un renglón liderado históricamente por el Banco Popular.

La cuestión de los gastos
El gasto promedio diario de los turistas extranjeros ha crecido un 18% desde 2012 a 2022, alcanzando recientemente los US$139 diarios. En tanto, el turismo ha contribuido, en promedio, con el 10% de los ingresos tributarios del país.

Cuando se aborda el tema de los empleos, el estudio indica que el sector turístico empleó a 183,191 personas de manera formal en 2022, con una distribución de género de 58% masculino y 42% femenino, y solo un 2% de trabajadores extranjeros.

Señala, además, que por cada 10 empleos directos generados en la industria turística de manera directa, se generan 25 empleos indirectos e inducidos.

Las palabras de Paniagua
Christopher Paniagua, presidente ejecutivo del Banco Popular Dominicano, se refirió al apoyo de la organización financiera al desarrollo del turismo, jugando un “papel relevante en términos de financiamiento y acompañamiento del sector”.

“Nuestro rol va más allá del financiamiento y lo demostramos prestándole nuestro apoyo también a iniciativas como este estudio, que abren los ojos ante todo el potencial que aún tiene esta industria”, dijo ejecutivo del Popular.

Mientras, el presidente de Asonahores, David Llibre, reafirmó el firme compromiso de la asociación en continuar impulsando el crecimiento sostenido de la industria turística, a través del fortalecimiento de la oferta tradicional y apostando a su diversificación, con el desarrollo de los nuevos destinos turísticos, acorde con lo que la variada naturaleza dominicana tiene para ofrecer en cada región.

«El sector turístico no solo genera ingresos significativos, sino que también impulsa la conservación del medio ambiente y la preservación del patrimonio cultural; elementos fundamentales para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de nuestra industria», indicó Llibre.

Las conclusiones del estudio se presentaron a medios de comunicación, en la Torre Popular, sede de la organización financiera.

La presentación estuvo a cargo de Jacqueline Mora, socia fundadora de Analytica.

Vía Elcaribe.com.do

 

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