Reportaje Huesped
La economía dominicana crece pero hay mucha gente que todavía «ca..» en letrinas
MARIELA MEJÍA/DIARIO LIBRE. El crecimiento económico de la República Dominicana en los últimos 25 años ha sido uno de los más fuertes en América Latina y el Caribe, afirma el Banco Mundial. El año pasado fue de 4.6 % y la proyección es que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca cerca del 5 % este 2018.
Pero esas cifras no han evitado que Miladys Florián, allá en Tábara Abajo de la provincia Azua, salga de su casa al patio si llueve, hace frío o deba alumbrarse con una linterna, para hacer sus necesidades sanitarias en una letrina.
“Bueno, hija, qué vamo’ a hacer (…) Hay que ser conforme”, dice Florián, de 66 años, a la periodista de Diario Libre cuando conversan sobre la diferencia de su baño con “los de la capital”.
En su patio, en el interior de una caseta de zinc, hay una taza de inodoro sin tanque para almacenar agua. Las heces y la orina caen al vacío. Un tubo en el exterior que sale a la superficie libera el hedor.
Es la segunda letrina que la familia levanta para el uso de todos en las dos décadas que lleva residiendo en el lugar. En 2012 se clausuró la vieja y sellaron el hoyo de 18 pies de profundidad porque se llenó.
Una fundación católica le ayudó a construir la de ahora. Al esposo de Florián, de 65 años, le tomó como tres días cavar los 22 pies de la nueva.
La familia ha pensado construir un sanitario convencional en el interior del hogar pero los medicamentos para controlar el azúcar y la presión de Florián se llevan parte de sus ingresos económicos.
Cuando el costo de construir una letrina con taza de inodoro llega hasta los RD$23,000, un baño con inodoro, lavamanos y pileta, va entre los RD$50,000 y RD$100,000.
De 562 hogares en Tábara Abajo, el 73 % disponía de letrinas con losa o piso y tubo de ventilación, según compila una base de datos recabada entre 2014 y 2018 por el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa). La vecina de Florián tiene una pero en peor estado.
Está protegida con una oxidada y destartalada caseta de zinc y, a diferencia de la de Florián, la sentadera es un montículo circular hecho de cemento, de pocas pulgadas de alto.
Del levantamiento realizado por el Inapa en una muestra de comunidades rurales, se facilitó a Diario Libre de lo encontrado en las provincias Azua, San Pedro de Macorís, Bahoruco, Barahona, Dajabón, Duarte, El Seibo, Elías Piña, Hato Mayor Hermanas Mirabal, Independencia La Altagracia, La Vega, Montecristi y Monte Plata, y el Distrito Nacional. De 55,761 hogares, se contó que el 56 % tenía una letrina, algunas mejoradas con ventilación y otras más encerradas y malolientas.
En el Inapa se reportó que en el sector capitalino Los Praditos hay hogares cuyo sanitario es una taza de inodoro pero la descarga es al vacío, como las letrinas. Lo mismo ocurre en El Dique, en Santo Domingo Este, un barrio ubicado a orillas del río Ozama donde se diagnosticaron casos de cólera en un brote detectado en el país en 2010.
En un estrecho callejón de El Dique hay una pequeña sala de tareas donde la profesora a cargo improvisó una letrina en un estrecho cuadrante dentro del salón de clases, que descarga al subsuelo. Al frente del centro escolar hay una vivienda que tiene una taza de inodoro cuyas descargas corren por un tubo con salida a una cañada o canal que desemboca en el río Ozama.
“En nuestro país los sectores crecen y después es que el Gobierno interviene y ellos hacen las cosas según sus recursos, es más barato para muchos simplemente tener una letrina”, dice Carlos Perkings, de la Fundación Ozama RD Verde.
Solo el 18 % de las viviendas censadas por el Inapa tenía un inodoro con descarga hidráulica. Se encontró también que muchos hogares no cuentan con ningún sistema de saneamiento y sus habitantes defecan al aire libre.
Esta práctica se verificó en pueblos cercanos a la capital, ubicados entre Guerra y Bayaguana, otros son de El Seibo, Elías Piña, Hato Mayor, San Pedro de Macorís, y otras provincias. Ocurre en comunidades habitadas solo por criollos y en bateyes de mayoría haitiana.
La Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (Enhogar 2016) estimó que 2.5 % de la población del país no tiene servicio sanitario.
En uno de sus informes se destaca que el hecho de disponer de letrinas, algunas muy precarias, con solamente una plancha de hormigón, si bien aíslan los deshechos, no dejan de ser fuente de contaminación.
Si no cuentan con respiraderos, conservan mal olor y atraen moscas, y pueden ser vectores de enfermedades que se reproducen en los huecos.
Para la Enhogar aplicada en 2006, el 21 % de los domicilios en el país usaba una letrina privada con cajón y 8.5 % una compartida con cajón, siendo más usual en la zona rural. Para la versión 2016 de la misma encuesta el porcentaje se redujo a 9.6 % y 5.1 % respectivamente.
En 2006 apenas el 56.2 % tenía inodoro privado y en 2016 subió a 76 %.
“En el tema de excretas es donde uno puede argumentar que mayor progreso ha habido porque la proporción de sanitarios ha aumentado”, dice el economista Pavel Isa, especialista en desarrollo humano.
“Pero todavía la brecha que queda son brechas duras, es decir, la población rural es la que tiene menos disponibilidad y la población más pobre. Lo otro es que, si no tienes sistema de agua disponible, aunque tú tengas sanitarios, aunque digas que tienes sanitario, el sanitario no funciona bien si no tienes agua corriente”.
En 2015 el Ministerio de Economía estimaba que el 76 % de las viviendas tenía acceso a agua potable, el porcentaje aumentó y hoy se considera que solo el 20 % de la población carece de cobertura de agua potable.
Si se desagrega por zona de residencia, la población urbana que disfruta de agua potable pasó de 83.2 % en 2012 a 87 % en 2016, y la rural de 51.7 % a 61.8 % en el mismo período, informó el ministro de Economía Isidoro Santana.
En una época en la que se habla de colonizar marte y construir carros voladores, el 7.93 % (aproximadamente 4.1 millones de personas) en Centroamérica y República Dominicana carecen de un sistema básico de saneamiento.
La cifra la reporta el Foro Centroamericano y República Dominicana de Agua Potable y Saneamiento que también registra que apenas el 32.42 % (16.9 millones) tiene acceso a un sistema de alcantarillado, generalmente localizados en las zonas urbanas.
“Hay que elevar el nivel de inversión en agua (y alcantarillado) y eso ha sido descuidado de manera importante a lo largo de los últimos años”, dice el economista Isa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que un saneamiento deficiente va asociado a la transmisión de enfermedades como el cólera, la diarrea, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
El año pasado, en la Región de las Américas, se notificaron más de 13,500 casos sospechosos de cólera en toda la isla La Española, 99 % de estos en Haití, reporta en un boletín la Dirección General de Epidemiología de Salud Pública.
A pesar de que se registró la incidencia más baja desde octubre de 2010, la OMS recomendó a los Estados Miembros (entre estos la República Dominicana) que se continúen los esfuerzos para garantizar condiciones adecuadas de saneamiento básico y acceso al agua potable para reducir el impacto del cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua.
El Observatorio Político Dominicano destaca que los sistemas de alcantarillado del país son obsoletos, en su mayoría construidos durante la dictadura de Rafael L. Trujillo (1930-1961).
En el Gran Santo Domingo, donde viven más de 3 millones de habitantes, solo hay una cobertura de alcantarillado sanitario de 18 %, de acuerdo con la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd).
La ausencia de un adecuado servicio de alcantarillado ha motivado a que la población disponga de sus desechos a través de pozos sépticos y filtrantes que pueden contaminar el subsuelo.
Cuando se excava para construir el hoyo de una letrina se corre el riesgo de llegar a una corriente de agua subterránea y contaminarla. Si se defeca al aire libre, las bacterias pueden alcanzar aguas cercanas y también comprometerlas.
El director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indhri), Olgo Fernández, informó a Diario Libre que el año pasado se detectó una amenaza de contaminación en el canal de riego Marcos A. Cabral de la provincia Peravia.
Cuando se investigó, se determinó que provenía de familias haitianas residentes en la ribera que defecaban a cielo abierto y en letrinas. Con ayuda de la fuerza militar, se eliminaron las letrinas, informó el funcionario, y se formaron 27 comités de vigilancia en todo el trayecto del canal (34 kilómetros).
“La construcción de letrinas es incompatible con la construcción de pozos de agua para consumo humano o para producción agrícola”, afirma Fernández.
Según reporta el Indhri, las aguas subterráneas representan el 60 % de la disponibilidad de los recursos hídricos en el país.
Al no disponerse de estudios recientes terminados sobre la pureza en general de las aguas subterráneas del país, la Caasd facilitó a Diario Libre análisis de pozos de 50 puntos específicos de Santo Domingo.
En las pruebas se midió la presencia de bacterias coliformes fecales, que se encuentran en los intestinos y excrementos humanos y animales. Estas se toman como parámetro en indicadores de pruebas de agua porque su existencia puede causar enfermedades.
Los resultados en su mayoría fueron negativos, pero los positivos fueron considerables. Cuando la norma establece un máximo de 3 NMP/100 ml de coliformes fecales, en una salida de pozo en Herrera, en Santo Domingo Oeste, se midió en enero del presente año 2,400 NMP/100 ml.
Otro análisis hecho en marzo a aguas subterráneas próximas al municipio Guerra en Santo Domingo Este, encontró 430,000 NMP/100 ml de coliformes fecales. En abril se midió en un pozo en El Millón, del Distrito Nacional 460 NMP/100 ml de las mismas bacterias.
En las aguas superficiales también se han encontrado valores que sobrepasan los parámetros. Cuando la norma en este caso establece un máximo de 400 NMP/100 ml de coliformes fecales, del Laboratorio de Calidad de Agua del Indrhi midieron en febrero del año pasado 24,000 en el río Jimenoa, por el puente de la carretera Jarabacoa.
Asimismo, midieron 4,900 NMP/100 ml en el río Yaque del Norte, a la altura de la Ciénaga de Manabao; 3,300 en el río Jimenoa, por Pozo Bajito y 2,300 en el Arroyo Los Dajaos, en Arroyo Dulce.
Aunque lo ideal es que se construyan sistemas sanitarios formales, en 2014 el Ministerio Administrativo de la Presidencia entregó RD$4,600,000 para la construcción de 2,500 letrinas dentro de un programa de saneamiento ambiental de la Fundación de Desarrollo Azua, San Juan y Elías Piña (Fundasep).
El diácono Juan Boció Cabral, coordinador del Departamento de Desarrollo Comunitario de la Fundasep, cuenta que para 1992 se determinó que 60,000 hogares de Azua, San Juan y Elías Piña no tenían sanitario.
En 27 años se desarrollaron proyectos de saneamiento; solo la fundación ha construido 18,000. Él estima que la cifra de 60,000 se redujo a 12,000, recurriendo muchos de ese restante a defecar al aire libre.
Boció defiende la necesidad de construir letrinas pese a las críticas que puede generar en las grandes ciudades. “A veces es muy fácil si tú tienes tu solución dada comentar los problemas del otro como que no son nada.
La realidad por la que nosotros pasamos cuando vamos a las comunidades, de lomas sobre todo, es tremenda porque no tienen dónde hacer sus necesidades.
«Hay una realidad de pobreza en nuestras comunidades que realmente contradice muchos numeritos”, dice.
El diácono reporta que tiene solicitudes de comunidades que se aproximan a las 4,000 para que les construyan sanitarios o letrinas.
“Los sistemas sanitarios del Estado solamente abarcan algunas ciudades, los cascos urbanos principales, las cabeceras de las provincias o de los municipios, pero después de las comunidades no tienen ningún sistema que les pueda permitir defecar o echar los desechos, entonces tienen que ser a través de letrinas”, afirma.
Cuando se mantiene la letrina como opción, hay diseños ecológicos amigables al medioambiente, que además permiten aprovechar los excrementos como abono.
“Pero a la gente no le gustan”, lamenta Esther Reyes, del departamento de Desarrollo Rural del Inapa (conozca más sobre esto en el siguiente reportaje).
“Aquí hay un rezago en cuanto al saneamiento”, dice Reyes. “Hay como cinco proyectos de alcantarillado en construcción y en la CAASD también”.
Se refiere a unos proyectos en San Cristóbal, Villa Vásquez, Montecristi, Azua, San José de Ocoa y Neiba que comprenden la construcción de redes de alcantarillado sanitario para beneficiar a una población de 309,000 habitantes hasta el año 2038.
“Hay necesidad de invertir más en agua”, dice el economista Isa, “y el Estado tiene que tener más recursos; para eso tendríamos que sanear el gasto público, reducir la corrupción, reducir las ineficiencias y elevar las recaudaciones”.
Reportaje Huesped
Hoy se cumplen 41 años de la trágica muerte del presidente Antonio Guzmán
POR SHADDAI EVES/LISTÍN DIARIO.-A Antonio Guzmán solo le faltaban 43 días para quitarse la banda presidencial (1978- 1982) y colocársela a su compañero de partido Salvador Jorge Blanco, lo que lo convertiría en el primer presidente constitucional después de la dictadura de Trujillo en traspasar el mando a otro sin haberse reelegido.
No obstante, la decisión tomada a las 11:00 de la noche de aquel sábado de 1982, lo convirtió en el primer mandatario que se quita la vida en el cargo.
Este 4 de julio se cumplen 41 años de la tragedia ocurrida en el baño de su despacho.
Sus últimos pasos
Antonio Guzmán se levantó como todos los días, alrededor de las 6:30 de la mañana.
Estaba en la casa presidencial de Juan Dolio, adonde fue con el propósito de descansar un poco. Para las 7:00 de la mañana ya se había cambiado y solo le faltaba el desayuno.
Llegó a la oficina de su casa, donde ya algunas personas lo esperaban.
Así contó el último día del exmandatario la fallecida viuda de Guzmán y ex primera dama de la República, doña Renée Klang de Guzmán.
Más adelante, la acompaña en la narración de esta tragedia José María Hernández (fallecido yerno de Guzmán, esposo de su hija Sonia), quien fue secretario Administrativo de su gobierno y una de las últimas personas que lo acompañó momentos antes de su muerte.
La agenda del 3 de julio de 1982 era que a las 9:00 de la mañana, después de haber sostenido varias entrevistas, se dirigiría al Palacio Nacional y trabajaría hasta las 4:00 de la tarde.
Para luego volver a casa, comer y retornar al Palacio a las 5:30 de la tarde hasta casi la medianoche, según ella les contó a los periodistas Marcia Facundo y Roberto Marcallé de los periódicos El Nacional De ¡Ahora! y Última Hora, respectivamente.
«Comimos a eso de las 1:30 de la tarde. José María se fue para el campo. A eso de las 5:00 de la tarde, llegó el administrador de la finca, Ramón Oscar López. Antonio estuvo con él tratando diferentes asuntos y poco después le dijo que se iría con él a la casa de la Bolívar», contó a un año de la muerte de su esposo.
Según Renée, sus palabras fueron: “Voy a la casa de la Bolívar. Vuelvo en un rato”.
A las 7:30 de la noche, salió para el Palacio Nacional. Llamó al jefe de las Fuerzas Armadas, Mario Imbert MacGregor, quien se encontraba en Constanza. Aunque era fin de semana en el Palacio estaba toda la escolta, como un día normal.
«Cuando vi en mi reloj que eran las 9:00 de la noche, como estábamos esperándolo para cenar me dije: ‘Caramba, pero cuánto tarda Antonio’».
Ella lo llamó en dos ocasiones al Palacio por teléfono. «Parecía ser la persona de siempre. Fue en una de esas dos ocasiones que me explicó su tardanza porque tenía que conversar con el jefe de las Fuerzas Armadas y que después de que hablara con él volvería enseguida».
Un poco más adelante, Renée dice que se comunicó con José María porque le parecía raro que Antonio no hubiese llegado aún. Entonces, él le dijo que si quería que él fuera a buscarlo y accedió.
«Nos sentimos aliviadas porque José María fue en su búsqueda. Volví a conversar con Antonio estando Mario en su despacho, con él», dijo.
Por su parte, José María cuenta que encontrándose en el Palacio le mandó a decir que «estaba allí para acompañarlo a Juan Dolio» y él lo hizo entrar a su despacho a escuchar la conversación que sostenía con Mario, algo inusual de él.
«Lo único que noté muy claro fue que le dijo que aquí (en el país) podrían venir días muy difíciles, pero la institucionalidad había que mantenerla, que ese era uno de los grandes logros de su administración, y que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional eran los llamados a mantenerla», dijo.
José María les contó a los periodistas que después de eso, cuando el general ya se iba, lo detuvo y le dijo que «era mejor que permaneciera en la capital esa noche». En eso, lo llamó Renée diciéndole que lo estaba esperando para cenar y él se paró, tocó el timbre y dijo «ya nos vamos».
Mario salió del despacho del presidente Guzmán.
«Él y yo nos quedamos conversando brevemente sobre sus nietos, y me pedía que hablara con Sonia y doña Renée, por el sistema de radio, para decirles que salíamos, mientras buscaba algunos documentos y me los entregaba para supuestamente llevárselos a Juan Dolio», recordó.
«Nos pusimos de pies y ya en la puerta del despacho me dijo que me quedara con el coronel Pimentel Castro y el general Nabucodonosor Páez Piantini, entonces jefe del Cuerpo de Ayudantes del Presidente de la República, pues él tenía que ir al baño antes de emprender el viaje a Juan Dolio… Pocos minutos después oímos el disparo fatal», describe José María en «Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo», libro de la autoría del expresidente Joaquín Balaguer.
«Él estaba muy cansado y desilusionado de algunas personas por su comportamiento pero, Dios mío, él seguía siendo el de siempre», terminó el relato Renée.
Unos motivos inciertos
Periodistas de la época coincidieron que Guzmán estaba desencantado por las informaciones de que antiguos funcionarios que le fueron leales se pasaban a la tendencia jorgeblanquista desde antes de aquella larga transición.
También que miembros de su gabinete habían incurrido en actos de corrupción; a comentarios de que Jorge Blanco se proponía desacreditarlo; a los disgustos que experimentó con el entonces gobernador del Banco Central, Carlos Despradel, y el tormento para un hombre de su estirpe de entregar el mando con una situación deficitaria debido a la crisis económica que agobió a su gobierno en los últimos meses.
«El presidente de la República Dominicana, Antonio Guzmán, se suicidó tras descubrir actos de corrupción en su administración y sufrir la traición de íntimos colaboradores», fue lo que dijo José Francisco Peña Gómez, reseñan archivos de El País, de España, del año 1982.
No obstante, el periodista Carlos Cepeda afirmó que el gobernante estaba decepcionado y que entró en una profunda depresión luego de que Jorge Blanco ganó las elecciones.
«Estaba decepcionado por las traiciones y las lacras existentes en la política vernácula, entre otras cosas», aseguró en su libro titulado «Los que mataron a Antonio Guzmán».
La más debatida por políticos, historiadores, periodistas y escritores señala que se debió a los escándalos y cuestionamientos en esa época a su hija, la actual embajadora dominicana en Estados Unidos, Sonia Guzmán, y su fallecido esposo José María, sin embargo, Sonia ha negado esta versión.
En el año 2021, Sonia Guzmán reveló que su padre se quitó la vida por una profunda depresión que no fue tratada, y no porque ella y su esposo estuvieran involucrados en actos de corrupción, de acuerdo con declaraciones brindadas en el programa “Entre Líderes”, por los periodistas José Alduey Sierra, Manuel Ruiz y el comentarista Jorge Solano.
«En esa época hablar de una persona deprimida, era hablar de alguien que estaba medio loco que tenía que ira al siquiatra», dijo la embajadora.
Con relación a las teorías sobre su muerte, que indican que su padre era zurdo y que la bala estaba en la sien derecha, respondió que era derecho, pero debido a un accidente en el que se rompió un hueso del hombro usó un revolver calibre 28, cuyo gatillo podía halar con suavidad.
Mayor logro: Recuperación de la democracia
Aún con todos los años que han transcurrido, los dominicanos mantienen vívida la imagen del hombre “honrado”, “leal” y con gran conciencia de su misión: Afianzar la democracia dominicana luego de los 12 años de gobierno de Joaquín Balaguer.
Guzmán liberó a los presos políticos y recibió a todos los exiliados y desterrados del país.
La estabilidad económica y la despolitización de los institutos castrenses fueron los principales logros de su gobierno, citan archivos periodísticos de la época.
Diversos sectores de la sociedad dominicana reconocieron en él un gobernante «con ingenio en un periodo de delicada transición hacia nuevos estilos de poder».
Reportaje Huesped
El Distrito Nacional y Santo Domingo Norte, los más limpios luego de la resaca de Nochebuena y Navidad
POR DL.-Santo Domingo Norte y parte del Distrito Nacional fueron las demarcaciones con menor cantidad de residuos sólidos en sus calles y avenidas al finalizar las festividades de Nochebuena y Navidad, mientras que Santo Domingo Este presentaba mayor cantidad de vertederos improvisados hasta el mediodía de ayer.
De acuerdo a un reportaje del periodista Adalberto de la Rosa, de Diario Libre, en el Distrito Nacional, la parte Norte tenía mayor cantidad de vertederos, sobre todo en barrios como Cristo Rey, Villas Agrícolas, Villa Juana, Villa Consuelo y Gualey, de igual modo fueron observados montones de residuos en Villa Francisca y Los Ríos.
En la avenida Independencia la situación estaba bajo control y fueron vistos personas con uniformes de la Alcaldía barriendo las calles.
En residenciales como Renacimiento, Mirador Sur, Piantini, Serrallés, La Esperilla, Gascue y otros era muy poca la basura en las calles, en algunos de ellos las calles estaban impecables, con los zafacones vacíos.
La alcaldesa Carolina Mejía salió desde temprano ayer domingo a supervisar la limpieza de la ciudad que cada año para estas fiestas multiplica su producción de residuos sólidos.
Saludó a los hombres y mujeres que se dedicaban a barrer las aceras y contenes y elogió la labor que realizan.
Santo Domingo Norte estaba libre de residuos sólidos en las principales avenidas como la Charles de Gaulle, Jacobo Majluta, Hermanas Mirabal y otras, se pudo verificar durante un recorrido por el municipio.
La avenida Hermanas Mirabal, por donde funciona el Metro de Santo Domingo, al momento del recorrido, a las 12 del mediodía, no se encontró vertederos, al igual que la Charles de Gaulle.
Ya en la parte interna de algunos barrios como Sabana Perdida, Guarícano, San Felipe y algunos residenciales tenían algunos vertederos, pero aparentemente de la basura del día.
En el caso de Santo Domingo Oeste había basureros de varios días como el ubicado en la calle El Sol, casi Isabel Aguiar.
En la autopista Duarte, próximo al kilómetro 9, en Manoguayabo y la Prolongación 27 de Febrero, en el Ensanche Altagracia, Barrio Enriquillo y El Café, entre otros, habían algunos vertederos ayer domingo.
En el caso de Santo Domingo Oeste había basureros de varios días como el ubicado en la calle El Sol, casi Isabel Aguiar.
En la autopista Duarte, próximo al kilómetro 9, en Manoguayabo y la Prolongación 27 de Febrero, en el Ensanche Altagracia, Barrio Enriquillo y El Café, entre otros, habían algunos vertederos ayer domingo.
Santo Domingo Este es el municipio de la provincia santo Domingo que ayer tenía mayor cúmulo de residuos. A
l cruzar el puente Ramón Matías Mella un gran vertedero daba la bienvenida a los visitantes, aunque algunos de los acostumbrados basureros de la avenida 25 de febrero estaban más limpias que en otras ocasiones.
La avenida Charles de Gaulle era la que presentaba mayor suciedad con residuos en los alrededores de Mendoza, Invivienda, La Toronja, Lucerna, Cancino y la Carretera Mella.
Algunos camiones fueron vistos recogiendo basura, pero los basureros eran tan grandes que los camiones se llenaban con solo algunos.
Hay zonas donde los camiones no van desde la semana pasada como el caso de Mendoza y Villa Faro.
En otros sectores como Alma Rosa, Ensanche Ozama, Ralma y Los Mina Sur tenían menos residuos de lo acostumbrado.
Cada año se registra un aumento significativo en la producción de residuos sólidos durante las fiestas de Nochebuena y Navidad por el incremento en el consumo de diversos productos y artículos por parte de la población.
La situación comienza a cambiar con la entrega del doble sueldo oficial y del sector privado, que la gente tiene más poder adquisitivo para comprar.
Algunas alcaldías previendo la situación aumentan la cantidad de camiones para solventar la situación.
Además de los camiones incrementan las rutas y la frecuencia.
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